Venezuela, ¿un conflicto pacífico o militar?

Venezuela se encuentra actualmente en una situación de desorden social, inestabilidad política, crisis económica, humanitaria y al borde de un conflicto militar a gran escala. Para entender esta situación debemos explicar su contexto.
Venezuela es un país de 28 millones de habitantes, de mayoría cristiana (sobre todo católicos en su mayoría, aunque también protestantes y evangelistas) que también cuenta con pequeñas comunidades musulmanas y judías. Se encuentra situado al norte de Sudamérica y está bañado por el Mar Caribe y el Océano Atlántico. Además, es el primer país del mundo que cuenta con una moneda digital llamada ¨petro¨. El idioma oficial es el castellano, aunque en Estados como Bolívar o Amazonas se hablan también lenguas indígenas como el pemón o el panare.
Hay una división de bandos (aparte de la que existe dentro del país) a nivel internacional. Por un lado, tendríamos a Rusia, Cuba, China, Turquía e Irán (este último más en la sombra) apoyando al Gobierno Bolivariano, y por otro a Estados Unidos, Colombia, Israel, Brasil, el Grupo Lima (que es una docena de países latinoamericanos) y una parte significativa de la comunidad internacional apoyando al presidente encargado Juan Guaidó.
Para entender cómo se incrementaron las tensiones en Venezuela hay que entender que desde la época de Chávez hasta actualmente Maduro los ataques mediante acusaciones contra Estados Unidos (independientemente de su administración) no han cesado.
En 2003, un grupo de opositores se manifiesta contra el Gobierno Bolivariano e intenta irrumpir en el estatus quo. Dos años más tarde, Chávez pide a sus socios de la OEA hacer un ¿fuerte? contra EEUU, ya que según él, desde la Casa Blanca querían asesinarle, pero no pudo presentar pruebas. No podemos olvidar casos a nivel informativo como RCTV (Radio Caracas Televisión) o Globovisión a los que se les acusó de generar información contraria al gobierno venezolano, y por lo tanto se restringieron contratos o se coartaron derechos. Este tipo de medidas generaron fuertes protestas, sobre todo estudiantiles. También se han producido este tipo medidas contra ONG como Human Rights Watch y la expulsión de Dani Wilkinson y José Miguel Vivanco.
Por si fuera poco, los cruces de declaraciones entre Trump y Maduro no ayudan a amenizar la situación. Maduro ya ha advertido de que su ejército no tendrá ningún problema en hacer frente a una invasión extranjera, lo que ha provocado un mayor despliegue de tropas en las fronteras con Colombia y Brasil. Ante una situación de conflicto no olvidemos otros actores que formarían parte como son el ELN, las FARC, el Grupo Wagner, las milicias bolivarianas, el narcotráfico y Hizbullah.
Si queremos hablar de cómo funciona el ejército venezolano deberemos tener en cuenta a la Brigada 42 paracaidista, a la Brigada de Caribes, al Batallón 509 de FFEE y a ciertas unidades de tanques y helicópteros pertenecientes, puesto que el DICIM (el servicio de inteligencia militar venezolano) mantiene el control y está estrechamente vinculado al G2 (servicio de inteligencia cubano).
Venezuela se ha dejado 6.000 millones de euros en los últimos 10 años en mejorar su logística y armamento, comprado a Rusia y China y pagado con petróleo. Al principio tuvieron falta de adiestramiento y de instalaciones para poder usarlos, pero estos problemas ya se han solucionado.
La inestabilidad ha sido una constante en los últimos siete u ocho años en Venezuela. María Corina, Leopoldo López o Henrique Capriles no pudieron formar un bloque de contención. La polarización de la población no ayuda. Por ambos lados ha habido ¨juegos sucios¨. Por ejemplo, en la frontera de Pacaraima (entre Brasil y Venezuela) hay falsos ataques. Se puede ver a Guaidó como lo que es, un mediador por parte de la oposición, fruto de la desesperación por no llevar una política mediadora desde el Palacio de Miraflores. Solo podemos esperar que los egos de pocos no sea el detonante del sufrimiento de muchos.