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Marib es una legendaria ciudad yemení capital del bíblico reino de Saba, puerta al desierto de Rub al Jali y poseedora de la presa homónima que las escrituras más antiguas datan de tiempos prehistóricos.

Marib es hoy el principal asidero del gobierno reconocido de Yemen y de sus aliados sauditas que sobre el campo de batalla son capitaneados por el líder tribal Sultán al Arada.

El mapa ha variado ligeramente en los últimos dos años, una muestra de lo estancado del frente.
Aunque desactualizado, este mapa de Yemen nos permite observar Hodeida, Marib y lo poco que se ha desplazado el frente en esa zona desde diciembre de 2017. Vía The Economist.

Marib también es el hogar de centenares de miles -si no millones- de desplazados que han huido de los combates y de las venganzas hutíes.

Por último, Marib es el muro que separa a los hutíes de los codiciados yacimientos de hidrocarburos situados algunos kilómetros hacia el este.

Hutíes y gubernamentales con apoyo aéreo saudita llevan años combatiendo duramente por cada metro de terreno. El avance hutí es constante pero lento y aunque logra éxitos locales y parece tener la victoria al alcance de la mano, en el último momento Sultán al Arada y Riad son capaces de lograr el apoyo de nuevas tribus, contraatacar y contener las ofensivas hutíes.

Las tropas fieles a Saná han intentado todo: ataques frontales e infiltraciones a través de las montañas occidentales, un movimiento de flanqueo a través del desierto al norte de Marib, o un movimiento de pinza más amplio a través de las montañas del sur. Por momentos incluso llegaron a controlar los picos que dominan la gran presa de Marib.

En su desesperación -y en su enemistad con la tribu de al Arada- los hutíes también han usado sus drones y misiles de largo alcance para golpear el corazón de Marib a distancia o hasta localidades de la provincia de Shabwa como sucedió hace algunas semanas, tal y como ilustra el vídeo adjunto arriba.

Aquellos que se quejan de los bombardeos de la aviación saudita harían bien en observar los ataques indiscriminados con misiles que realizan los cohetes hutíes, así como los millones de desplazados yemeníes que huyen de la guerra y de las represalias de ambos bandos, solo así comprenderán que esto es una guerra sin cuartel en la que ambas partes comparten un mismo animus necandi.

La guerra de Yemen permanece estancada desde que se produjo la retirada de Emiratos y con ella la debilidad del frente en la ciudad portuaria de Hodeida. Al fin, el frente entorno a dicha urbe se hundió definitivamente hace algunos meses, uno de los escasos cambios en la guerra desde 2018.

El uso de la cohetería con amplia inspiración doctrinal iraní resulta muy interesante en Yemen, si bien los hutíes están usando sus propios modos de utilización.

Sin embargo, Emiratos ha vuelto a interesarse por el avispero yemení y por el acuerdo nuclear con Irán, hecho que les habría llevado a apoyar a las Brigadas de los Gigantes de Shabwa, lo que a su vez estaría relacionado con los siguientes hechos:

  • Los ataques terroristas con misiles contra Abu Dhabi.
  • La amenaza de ataques con misiles contra Dubai en plena Expo.
  • Los ataques con misiles (estos no han sido declarados terroristas) contra las tribus de Shabwa.
  • El abordaje de un buque logístico cargado con suministros y material emiratíes.

Un hecho a notar es el uso de los ataques de castigo con misiles y drones contra las poblaciones tribales contrarias a los hutíes, ya que podrían constituir una suerte de venganza tribal-política, al fin y al cabo de otra manera es difícil entender la utilidad de bombardear el centro de Marib o una mezquita Shabwa, un lugar sacro para los autóctonos.

Mientras Emiratos aumenta la presión sobre el movimiento hutí suministrando material a sus aliados suryemeníes, la aviación saudita bombardea permanentemente toda clase de objetivos civiles y militares, asimismo la Armada saudita trata de imponer un cordón naval que impida la llegada de armamento avanzado desde Irán.

Captura de un video de AFPTV en el que aparece un miliciano favorable al gobierno yemení disparando contra los hutíes una ametralladora pesada M2 Browning. Vía AFPTV/AFP.

Pero incluso con este contexto los hutíes han seguido intentando avanzar hacia Marib, lo que probablemente ha forzado a Riad a abrir un segundo frente para rebajar la presión sobre Marib. Así es, hace dos semanas fuerzas yemeníes apoyadas por Arabia Saudita iniciaron una operación para envolver Harad junto a la frontera costera saudita.

Harad está conectada a la pequeña ciudad portuaria de Midi -donde según los sauditas Irán desembarcaba una parte de su armamento- ambas poblaciones han sufrido notablemente en esta guerra y en estos momentos su futuro vuelve a estar en disputa.

En definitiva, la guerra de Yemen se eterniza y la batalla de Marib parece seguir la misma dinámica tras las fallidas ofensivas de 2021 pero eso no implica que la sangre de inocentes -y de no tan inocentes- siga regando en abundancia las entristecidas arenas de la península Arábiga.

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