Ataques terroristas en la India y nuevas tecnologías
Por Jesús M. Pérez Triana.
La India es un país donde operan una amplia diversidad de grupos terroristas e insurgentes. En el contexto del contencioso por el territorio de Jammu y Cachemira operan grupos salafistas-yihadistas que han protagonizado atentados sangrientos que conmocionaron el país.
Como veremos, la historia reciente muestra que los grupos salafistas-yihadistas que operan en la India han mostrado especial interés en emplear nuevas tecnologías para ir un paso por delante de las autoridades, especialmente en materia de comunicación en una carrera tecnológica eterna.

El gran ataque terrorista a Mumbai
El 26 de noviembre de 2008 un grupo de diez terroristas de la organización pakistaní Lashkar-e-Toiba (“ejército de los puros”) desembarcó de forma clandestina en la ciudad india de Mumbai. Previamente habían secuestrado un buque pesquero indio en alta mar, matando a toda la tripulación. El capitán presumiblemente fue mantenido con vida hasta llegar al destino.
Cerca de la costa de Mumbai hicieron el transbordo a embarcaciones ligeras fueraborda. Su llegada, en una costa llena de pescadores, pasó desapercibida. Una vez en tierra, los terroristas se dividieron por parejas. Algunos tomaron taxis hasta su destino final dejando un artefacto explosivo escondido bajo el asiento, para que las explosiones sucesivas en lugares aleatorios de la ciudad generaran caos y confusión.
Los terroristas entraron en lugares públicos abriendo fuego con fusiles de asalto indiscriminadamente. El terrorista Ajmal Kasab, el único que sobreviviría de los diez, atacó la estación central de Mumbai, donde murieron 58 personas y 104 fueron heridas. Otras parejas de terroristas entraron y se atrincheraron en los hoteles Oberoi y Taj Mahal, además de las oficinas de la organización judía Chabad.
India furious at Pakistan's release of firebrand cleric Hafiz Saeed Saeed, the alleged mastermind of the 2008 Mumbai attacks that claimed the lives of 166 people https://t.co/PaHUInIfy2 pic.twitter.com/PMkwHoRQS0
— AFP News Agency (@AFP) November 23, 2017
Las fuerzas de seguridad india junto con fuerzas especiales de la marina (MARCOS) retomaron el control del último edificio en manos de los terroristas el día 29 por la mañana. El país había estado en vilo cerca de 36 horas siguiendo los acontecimientos por la televisión y haciendo comentarios en las redes sociales. Según dos periodistas del New York Times, “puede que sea el atentado terrorista más y mejor documentado” (Bajaj y Polgreen, 2009).
La trama internacional del ataque a Mumbai
Los interrogatorios a Ajmal Kasab y la investigación de las autoridades indias permitieron reconstruir la preparación de los ataques terroristas. Los terroristas habían empleado extensamente las nuevas tecnologías en la preparación y coordinación de los atentados.
Antes de partir de Pakistán, los terroristas se habían familiarizado con la ciudad de Mumbai y los objetivos consultando los servicios Google Earth y Wikimaps. Los organizadores del atentado montaron en Pakistán una sala de mando con ordenadores y pantallas de televisor para seguir los acontecimientos por los medios de comunicación y redes sociales, y así dar instrucciones a los terroristas sobre el terreno. Para ello contrataron con una identidad falsa un servicio de telefonía vía Internet (VoIP) de la empresa Callphonex, con sede en Nueva Jersey. De esta manera, cualquiera que interceptara las llamadas identificaría Estados Unidos como el origen.

La trama internacional de los atentados de Mumbai se extiende a aportaciones de fondos desde España e Italia, posiblemente por miembros de la diáspora pakistaní (Chowdhury, 20). En el caso italiano, una transferencia sirvió para recargar saldo del servicio de telefonía por Internet.
Las solicitudes de información a los proveedores de servicios permitieron a las autoridades indias reconstruir el flujo de comunicaciones de los terroristas. Hubo un total de 284 llamadas que duraron 995 minutos (Pahwa, 2012). Desde la sala de mando de Pakistán, los terroristas recibieron información sobre los movimientos de las fuerzas de seguridad indias por las calles de Mumbai que veían por televisión y redes sociales.
El atentado que provocó una crisis India-Pakistán
El día 14 de febrero de 2019, un terrorista suicida hizo detonar un vehículo cargado de explosivos al paso de un convoy de 78 vehículos que trasladaba a 2.500 miembros de la Fuerza Central de Reserva de la Policía, por una autopista del distrito de Pulwama en Jammu y Cachemira. Cuarenta policías murieron y treinta y cinco resultaron heridos en el atentado, perpetrado por la organización Jaish-e-Mohammed (“ejército de Mahoma”)
Tributes to our brave soldiers who lost their life in the terrorist attack in Pulwama.
— Salman Khurshid (@salman7khurshid) February 14, 2021
Jai Hind. pic.twitter.com/Nts5qXlHBw
El atentado terrorista llevaría al gobierno de la India a una respuesta armada en medio de una ola de fervor nacionalista (Times of India, 2021). Doce cazabombarderos Mirage 2000 cargados con munición inteligente Spice 2000 y Popeye bombardearon el día 26 de febrero campamentos de la organización Jaish-e-Mohammed ubicados en el interior de Pakistán, en la provincia de Jáiber Pastunjuá.
La operación de la fuerza aérea india implicaría el despliegue de drones IAI Heron, aviones de alerta temprana Netra y Phalcon, así como cisternas Il-78 y cuatro Su-30MKI de escolta. En una sucesión de operaciones aéreas al día siguiente un helicóptero Mil Mi-17 y un MiG-21 de la fuerza aérea india fueron derribados. El piloto de este último pudo eyectarse pero cayó en territorio pakistaní y fue hecho prisionero. Los acontecimientos generaron una situación de crisis y tensión elevada entre las dos potencias nucleares.
La Agencia de Investigación Nacional (NIA en sus siglas en inglés), la principal agencia antiterrorista de la India, concluyó en su investigación sobre el atentando del 14 de febrero de 2019 que los terroristas habían empleado la aplicación de mensajería TextNow para llevar a cabo el atentado, pero también para contactar con potenciales miembros de la organización y para coordinar otros atentados terroristas (Fuwad, 2020).
La siguiente evolución
El caso de la organización Jaish-e-Mohammed y la aplicación TextNow no supone un salto tecnológico considerable ni una experiencia muy distinta de otros fenómenos de violencia organizada que emplean igualmente redes sociales y aplicaciones de mensajería. Pero es un buen ejemplo de la diversidad de aplicaciones existentes en mercados distintos a los países occidentales que nos tiene que hacer pensar más allá de los gigantes de Sillicon Valley.

Un ejemplo de que el fenómeno sigue evolucionando es el caso de Hizb-ul-Muyahidín (“partido de los luchadores de la yihad”) y The Resistance Front (“El Frente de Resistencia”), dos organizaciones que operan en Jammu y Cachemira. Ambas organizaciones emplean la aplicación canadiense Nandobx Messenger, que no sólo funciona como un servicio de mensajería sino que también cuenta con su propio entorno de desarrollo modular que no requiere conocimientos de programación (Kaul, 2021). Mediante una función de arrastrar y soltar, los usuarios pueden modificar las capacidades de la aplicación e integrar servicios de otras plataformas. Además, la aplicación cuenta con “canales interactivos” al estilo de los canales de Telegram, donde las organizaciones públicamente anuncian nuevos miembros, publican propaganda y revindican atentados.
Conclusiones
El esfuerzo de las autoridades por frenar los planes de las organizaciones terroristas pasa por interceptar sus comunicaciones. Y vemos cómo según ha avanzado el siglo XXI esas comunicaciones se hacen cada vez más complejas, más allá de las meras llamadas telefónicas y correos electrónicos en los tiempos del 11-S.
Hemos visto cómo en la India los grupos terroristas han ido variando la tecnología empleada para ir un paso por delante de las autoridades. Primero la telefonía de Internet (VoIP), luego aplicaciones de mensajería y por último un entorno de desarrollo modular de aplicaciones.
La existencia de aplicaciones y servicios poco conocidos comparados con los más grandes y populares procedentes de Sillicon Valley, nos recuerda que fuera de los países occidentales las circunstancias más diversas han hecho populares otros servicios pero, sobre todo, que las tecnologías más inocentes terminan encontrando una aplicación nunca prevista por sus creadores. La carrera tecnológica entre autoridades y terroristas es de largo recorrido.
REFERENCIAS
BAJAJ, Vikas y Polgreen, Lydia: “Suspect Stirs Mumbai Court by Confessing”. The New York Times. 20 julio 2009.
CHODWHURY, Sadnik: "Spain seeks details of 26/11 probe". The Indian Express. 5 agosto 2009.
FUWAD, Ahamad: “Jaish-e-Mohammad using mobile app to plan attacks in India, NIA's Pulwama attack probe reveals”. ADN India. 8 enero 2020.
KAUL, Ayushman: “Terror groups in Jammu & Kashmir adopt Canadian messaging app to evade Indian security services”. Atlantic Council’s Digital Forensic Research Lab. 22 febrero 2021.
NARAVANE, Vaiju: "Italian police explain how VOIP was used on 26/11". The Hindu. 23 noviembre 2009.
PAHWA, Nikhil: "How VoIP Was Used For The Mumbai Terrorist Attacks: Aditya Mishra, IPS". Medianama. 5 marzo 2012.
Times of India: "Pulwama terror attack anniversary: What happened and how India responded". 14 febrero 2021.