Golpe de Estado en Burkina Faso, la caida definitiva de Francia
El pasado 24 de enero fuimos testigos de cómo una serie de militares asaltaban el Palacio Presidencial de Burkina Faso y detenían al presidente Roch Marc Christian Kaboré. Al día siguiente se pudieron observar diferentes vídeos en los que se veían los coches de la Guardia Presidencial con restos de sangre y con marcas de disparos.
Los rumores que hablaban de un posible golpe de estado en el país africano han sido confirmados tras esta operación que ha culminado con la detención del mandatario burkinés.

Aquel día, los militares ocuparon la Radiodiffusion Télévision du Burkina, RTB por sus siglas, alrededor de las 17:30 PM hora local y el Capitán Sidsoré Kader Ouedraogo dirigió un mensaje a la nación en el que anunciaba que el Movimiento Patriótico de Salvaguarda y Restauración (MPSR) había tomado el poder. El líder de este grupo es Paul Henri Sandaogo Madiba, un alto oficial de infantería, del que ya se intuía que podía ser el nuevo hombre fuerte en Burkina Faso.
Asimismo, los golpistas han anunciado la suspensión de la Constitución, la disolución del Gobierno y de la Asamblea Nacional, así como un toque de queda en todo el territorio que abarca desde las 20:00 PM hasta las 05:00 AM.
Todo empezó la noche del 23 de enero cuando se escucharon disparos en numerosos cuarteles, algunos de ellos de gran importancia como el de Sangoule Laminzana, el más grande de la capital.
En un intento de tranquilizar a la población, en una edición especial de la RTB el Ministro de Defensa Barthelemy Simporé negó cualquier intento de golpe de estado y habló de descontento por parte de los militares, que pedían más medios para luchar contra los grupos yihadistas que estaban desangrando al país.

Por otro lado, dos semanas antes del suceso se había detenido a un grupo de 8 militares encabezados por el teniente coronel Emmanuel Zoungrana bajo la acusación de llevar a cabo un complot para desestabilizar las Instituciones de la República. Ante el temor de que se pudiese estar produciendo un golpe de estado, las autoridades burkinesas cortaron el acceso a internet durante más de 15 horas.
INESTABILIDAD
Desde 2015 Burkina Faso se encuentra sumida en una espiral de violencia yihadista que ha segado más de 2.000 vidas y que ha obligado a alrededor de 1,5 millones de personas a abandonar forzosamente sus hogares. Lo cierto es que ni la capital es ajena a estos ataques ni la situación parece que vaya a mejorar a corto plazo.
Esta violencia yihadista alcanzó su pico en Burkina Faso en 2021, que ha coincidido a su vez con la grave crisis política existente. Este territorio cerró el año con 43 ataques terroristas tan solo en el mes de diciembre.
Este aumento de la violencia ha producido un creciente descontento entre los círculos militares con el gobierno y una evidente tensión entre ambos. Hay que hacer hincapié en que esta situación se ha visto agravada tras los sucesos que sacudieron al país en el mes de noviembre. En un lapso de unos diez días sucedieron diferentes ataques, siendo especialmente notable el que tuvo lugar en Inata, al norte del país.
Unos 100 muertos en un ataque yihadista en un pueblo del noreste de #BurkinaFaso, donde ya hay 1.165.000 desplazados por la violencia, vía @elpais_inter https://t.co/qBseFw1CBy
— José Naranjo Noble (@naranjo_p) June 5, 2021
Y es que el 14 de noviembre era atacada la base militar de esta ciudad, que estaba guarnecida por entre 100 y 150 soldados. El ataque fue llevado a cabo por unos 300 combatientes pertenecientes, presuntamente, al Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM). El asalto se saldó con al menos 50 personas fallecidas entre civiles y militares y alrededor de 20 desaparecidos. Posteriormente, salió a la luz información que el Jefe de la Guarnición había dado al Estado Mayor, en la que aseveraba que los soldados estaban sobreviviendo gracias a la matanza de animales al haberse quedado sin víveres.
PROTESTAS
Estos sucesos, sumados a la tensión existente, provocaron numerosas protestas que pedían la caída del presidente y la salida del ejército francés entre otras cosas y que forzaron a éste a nombrar 10 nuevos oficiales, además de la realización de cambios en la dirección de las escuelas de formación y, finalmente, la destitución del primer ministro, que fue sustituido por Lassina Zerbo en el mes de diciembre.
Asimismo, también fue bloqueado un convoy del ejército francés procedente de Costa de Marfil que pretendía llegar a Níger cruzando Burkina Faso. Este incidente se saldó con al menos 4 personas heridas por arma de fuego.
El 22 de enero había dos manifestaciones convocadas que fueron prohibidas por el gobierno por “motivos de seguridad”. La primera de ellas fue convocada por el movimiento Sauvons le Burkina Faso, cuyo objetivo era protestar contra la ineptitud por parte del poder para evitar ataques de corte yihadista. Anteriormente, el pasado 27 de noviembre también se registraron incidentes que dejaron 10 heridos cuando el gobierno burkinés prohibió una manifestación convocada por este mismo grupo.

La segunda de las protestas tenía como fin mostrar apoyo a Mali, que recientemente había recibido un paquete de sanciones por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, CEDEAO por sus siglas.
No obstante y pese a la prohibición, las concentraciones se llevaron a cabo, registrándose incidentes cuando los manifestantes fueron disueltos con gases lacrimógenos por parte de la policía. Además, los manifestantes quemaron la sede del partido oficialista del presidente, Mouvement du Peuple pour le Progrès, MPP. Según declaraciones de la Cruz Roja un periodista fue herido en un brazo por un disparo de la policía.
Por todo lo anterior, el MPSR con Paul Henri Sandaogo al frente inició un proceso que ha dió paso a largas horas de confusión en el país y que culminó con la detención del ya expresidente Kaboré.
REACCIONES
El 24 de enero a las 15:05 hora local, muchas horas después de que se iniciase la asonada, la cuenta oficial de Roch Kaboré publicaba un tweet en el que pedía a los militares deponer las armas para salvaguardar lo que él llamaba los “Intereses Superiores de la Nación”.

Por su parte, el partido hasta ahora gobernante, el MPP, ha denunció un intento fallido de asesinar a Kaboré.
Al mismo tiempo, la Unión Europea ha pedido la liberación inmediata del mandatario y la CEDEAO ha condenado el golpe de estado mediante un comunicado en el que ha señalado que se trata de un acto de extrema gravedad y que no va a ser tolerado.
A su vez, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) anunció el pasado 31 de enero que suspendía a Burkina y Faso de cualquier actividad dentro de la unión, sumándose así a la CEDEAO y la UE.
Ya por último, recientemente la CEDEAO ha suspendido a Burkina Faso por el golpe de estado y ayer mismo la junta militar se reunió con los representantes de algunos grupos políticos para llevar a cabo un proceso que culmine en una transición.
APOYO POPULAR
Existen diferentes vídeos en los que se puede ver a numerosas personas acercándose a los exteriores de la RTB para mostrar su apoyo a los putschistas.
#Burkina : #Coup_dÉtat, les populations acclament les putschistes devant la RTB pic.twitter.com/0wLZwcTsLy
— INFOWAKAT (@infowakat) January 24, 2022
Igualmente, el movimiento Sauvons le Burkina Faso convocó en la Plaza de la Nación a sus partidarios para mostrar su apoyo al proceso de transición, contando con una participación muy alta, demostrando así que el golpe de estado goza de mucho apoyo popular.
Cabe destacar que las manifestaciones tenían un claro mensaje anti-francés, donde se pudieron ver banderas francesas ardiendo y donde incluso se pedía la intervención rusa y el reforzamiento de los lazos con esta nación. Además, Rusia ofreció su ayuda a las nuevas autoridades burkinesas en cuanto se culminó el golpe de Estado. En definitiva, Rusia está llenando el hueco que hasta ahora ha ocupado Francia.
A todo esto, hay que sumar que el nuevo gobierno militar a dejado clara su intención de mantenerse en el poder al menos 5 cinco años para completar la “transición”.
Para terminar, ayer mismo fue liberado Emmanuel Zoungrana, que como hemos dicho había sido detenido hace 3 semanas bajo la acusación de conspirar para dar un golpe de estado.
CONCLUSIÓN
La democracia en el Sahel ha vuelto a fracasar una vez más, países como Mali y Burkina Faso han visto como la lucha contra el yihadismo que actualmente desangra sus Estados no es compatible con la formación de gobiernos democráticos, ya que estos desconfían (muchas veces con razón) de su ejército y tienden a desvirtuar la democracia convirtiéndose en dictadores.

Kaboré logró ser un 29 de noviembre de 2015 el primer presidente elegido democráticamente en Burkina Faso desde 1966, sin embargo, su gobierno se prolongó más de lo esperado y al final ha dado paso a una dictadura militar, forma de gobierno habitual en el país ya que de esta manera se ha gobernado el Estado burkinés en los 50 años anteriores al gobierno de Kaboré.
En conclusión, la experiencia democrática sigue siendo lastrada por la inestabilidad característica de estos países y la corrupción que se genera dentro de sus gobiernos. La soberanía popular está lejos de imponerse en el Sahel y potencias occidentales como Francia no han conseguido más que generar rechazo con su presencia.
Todo esto nos genera una duda, ¿cuál es el mal menor? ¿Una democracia corrupta hasta niveles insospechables o una dictadura militar basada en el uso indiscriminado de la fuerza?