Medio de comunicación independiente

Por Guillermo Pulido Pulido

China e India tienen un largo historial de enfrentamientos y choques militares a lo largo de su extensa frontera. El más importante de todos fue la guerra de 1962, en la que India sufrió una derrota militar sin paliativos, pero también hubieron enfrentamientos con cientos de muertos en 1967 y una crisis importante durante 1986 y 1987, en la que India logró prevalecer gracias a la inteligente estrategia que estableció el general indio Sundarji. Además, se han sucedido incontables enfrentamientos y pequeños conflictos entre ambos países de los que no se informan en medios de comunicación.

El principal escenario de conflicto está en la región e Ladakh, lago de Pangong Tso (izquierda del mapa)

La causa de todos estos enfrentamientos provienen de la disputas fronterizas heredadas de la época colonial, en la que la demarcación de las fronteras entre el Imperio Británico, sus esferas de influencia y  China, nunca fueron solucionadas ni aceptadas, generando un fuerte sentimiento de irredentismo en China. Este país, como se recordará invadió y ocupó el Tibet, y reivindica una expansión geográfica a su favor desde la Línea de Control (fronte de facto entre India y China).

Como se recordará, en el año 2017 sucedió la crisis de Doklam entre  India y China. Los chinos pretendían ampliar sus ganancias geográficas de facto más allá de la Línea de Control, adentrándose en territorio de Bután. China comenzó a ampliar una carretera y varios puestos de control, que le darían superioridad logística local con la que controlar en la práctica ese pequeño segmento de territorio. India reaccionó de forma contundente, y tras un periodo de crisis, finalmente los indios lograron que los chinos no prosiguieran con sus planes, suponiendo una victoria de India.

El modo de proceder en Doklam de los chinos, es representativo de sus procedimientos, que consisten en hacer pequeños hechos consumados de ganancia territoriales locales mediante la superioridad logística. Primero construyen carreteras, ferrocarriles, bases avanzadas y puestos de observación, con más rapidez al que lo hacen los indios. Después, tras una fase de enfrentamiento que no llega al conflicto armado militar, consiguen expulsar la presencia india.

Por ese motivo, el despliegue miliar de la India en su frontera con China está compuesto por una fuerza militar adelantada y muy cerca de la frontera, con el objetivo de impedir un gran hecho consumado de invasión china, ya que los indios son conscientes de sus deficiencias logísticas y organizativas, evitando así una derrota como la de 1962.

Como se observa en el siguiente mapa, el orden de batalla entre China e India, en la zona de la frontera, parece muy ventajoso a favor de India, especialmente si se tiene en cuenta la orografía del terreno, que favorece la guerra defensiva india contra una ofensiva china.

Sin embargo, la situación no es tan sencilla. China tiene una estrategia, doctrina y objetivos, que permiten que no tenga un despliegue y postura militar adelantada junto a la frontera con India.

Si los indios durante años se vieron forzados a una presencia adelantada para evitar hechos consumados (la orografía india dificulta, precisamente, la flexibilidad logística y las líneas interiores): China ha tenido una postura militar en la que la masa de maniobra de su distrito militar occidental se centraba en un despliegue hacia el interior del país (como se ve en el subsiguiente mapa), para concentrar luego la masa de maniobra en los puntos calientes junto a la frontera de cada momento.

China juega con su ventaja logística, organizativa y de líneas interiores. Durante muchos años, China ha ido mejorando toda la infraestructura y logística en la meseta tibetana para reforzar ese tipo de estrategia y postura de la fuerza.

Además, durante los últimos años, además de reforzar la logística del distrito occidental, China ha ejecutado importantes maniobras militares en la meseta tibetana en la que ha concentrado unidades militares de otras regiones militares, y lograr concentrar en poco tiempo una gran masa de maniobra. Las mejoras en infraestructuras chinas recientes, incluyen cámaras hiperbáricas para aclimatar al personal militar a la gran altitud en la que tendrían que operar.

Esta superioridad logística china, tanto a nivel operacional y estratégico de teatro, como a nivel táctico y local en los diferentes puntos de fricción, logró que China ganara una cantidad no desdeñable de kilómetros de terreno, empleando la estrategia del salami (hoy parcialmente renombrada como "zona gris") de ir haciendo pequeños hechos consumados, sin que India pudiera replicar y hacer represalia o contraofensiva.

Distritos militares chinos

La proverbial falta de organización burocrática y corrupción india, ha sido un factor importante que India se quedara atrás en esa carrera por los preparativos logísticos y militares en las zonas y puntos de fricción a lo largo de la frontera. Sin embargo, tal estado de cosas cambió en los últimos años de manera muy radical.

El principal foco de tensión de la presente crisis entre India y China está situado en la región e Ladak, en el lago Pangong Sto el valle de Galwan. China, como en el resto de las zonas fronterizas, gozaba de superioridad logística y de infraestructura en el área, mientras que los intentos indios de construir una carretera y logística que equilibrara la situación, llevaba décadas de proyectos que no se concluían, con sobrecostos, etc.

Cuando India terminó la carretera a comienzos de la década de 2010, resultó que era inservible muchos días al año al ser inundada por crecidas de ríos, por lo que se tuvo que comenzar a construir un puente, que estuvo años con retrasos. No obstante, tras la crisis de 2017, el primer ministro indio (Modi) relanzó y reorganizó la gestión del proyecto.

En 2019 el puente ya estaba terminado y la carretera Darbuk-Shayok-Daulat Beg Oldie (ver siguiente imagen) otorgaba a India una ventaja local sobre China inédita en muchos años.

Las mejoras organizativas y logística relanzadas por Modi, así como su agenda de reforzar lazos militares y de cooperación con EE.UU. y otros antogonistas de China, según algunas fuentes, puso muy nervioso al liderazgo chino, que temía que India podía pasar a la ofensiva en sus reclamaciones territoriales.

De hecho, personal militar chino se adentró hace unas semanas en la zona del lago Pangong, para impedir que India prosiguiera con sus obras de mejora logística, por lo que el objetivo chino parece bastante evidente. China pretende crear una crisis que obligue a India a paralizar sus obras de mejora logística a cambio de reducir la tensión y el riesgo de escalada bélica.

Otro factor importante a tener en cuenta para comprender por qué la crisis ocurre precisamente en estos momentos, probablemente deba encuadrarse en las recientes iniciativas chinas en diversos frentes mostrándose mucho más asertiva o agresiva (Hong Kong, enfrentamientos recientes con Vietnam en el mar del sur de China, etc), probablemente para desviar las críticas que pudiera recibir Xi Jinping por la gestión de la crisis del coronavirus y la subsiguiente crisis económica.

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