Medio de comunicación independiente

España vive ahora una crisis bilateral con Marruecos, el vecino con el que ha tenido siempre la relación más complicada.  Los asuntos en los que ambos países colaboraban en el campo de la seguridad eran múltiples y España se había convertido en un valedor de Marruecos ante la Unión Europea, negociando la entrega de cuantiosas ayudas económicas.

Audiencia concedida por el Rey de Marruecos, Mohamed VI, a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en el año 2014. Fuente: Junta de Andalucía

Esa realidad de país aliado en la lucha contra amenazas compartidas en el campo de la seguridad que se destacaba desde los pasillos del poder en España contrastaba con la visión sobre Marruecos como sempiterno enemigo sobre el que se proyectaba la imagen tradicional del moro “taimado y traidor”. La realidad es que Marruecos es un país bastante desconocido en España.

Una revisión de la base de datos de los libros publicados en España que mantiene el Ministerio de Cultura nos permite hacer una simple búsqueda sobre los libros publicados en los últimos 20 años que lleven en el título la palabra Marruecos. Nos encontramos bastantes libros sobre la historia del Protectorado de Marruecos y las guerras coloniales españolas en el norte de África.

Hay también numerosos libros destinados a un público viajero interesado por los paisajes, arte y gastronomía. Y encontramos, sobre todo, numerosas publicaciones de carácter académico sobre historia, literatura y antropología, junto con publicaciones institucionales que recogen memorias o proyectos de cooperación al desarrollo. Estas últimas obras, podemos imaginar, tienen un recorrido comercial muy limitado y su propósito principal es engrosar el currículum de los autores, no llegar al gran público.

La lista de libros sobre la realidad política y social de Marruecos publicados en España es bastante escasa. Contamos con Vecinos alejados (2005) de Ignacio Cembrero, periodista que fue corresponsal en Marruecos por largos años. El libro lleva el subtítulo “Los secretos de la crisis entre España y Marruecos“. Tal como nos muestra la portada, se refiere a la crisis del islote de Perejil, que terminó con una operación militar española el 17 de julio de 2002.

El libro de Cembrero no sólo trataba los entresijos de la crisis del verano de 2002, sino abordaba la realidad económica y política de Marruecos. Entre los asuntos más llamativos estaba su descripción del importante papel en la economía marroquí de empresas participadas por la familia real a través de fondos de inversión como Siger (rey en latín deletreado al revés) y los problemas que tenían las grandes empresas para operar en condiciones de competencia justa y libre en Marruecos.

Otros asunto interesante era la manera en la que en Marruecos se entendía el funcionamiento del ecosistema de medios de comunicación español proyectando el propio modo de funcionamiento marroquí: los reportajes o noticias de medios españoles que daban una visión negativa de Marruecos se consideraban mensajes lanzados por el propio gobierno.

Participaciones de la familia real marroquí en la Société Nationale d'Investissement a través de sociedades como Siger y Ergis. Vía Wikipedia.

Hubo que esperar catorce años para encontrar otro libro que tratara de dar a conocer la realidad marroquí al público español: Marruecos, el extraño vecino (2019) del periodista Javier Otazu, reportero de la agencia española EFE en Marruecos.  La perspectiva de Otazu es diferente y se centra más en la realidad social de Marruecos. Lo cual no deja de ser igualmente interesante, más allá de la cuestiones diplomáticas y geopolíticas.

Es significativo que ambos libros, de entrada y en el título, nos presenten a Marruecos como un vecino "alejado" y "extraño". El propio Otazu menciona el panorama bibliográfico en español y destaca que abundan más los libros sobre la familia real marroquí que sobre Marruecos. Y destaca que esos libros se nutren principalmente de fuentes de segunda y tercera mano porque "la familia real sabe guardar sus secretos" (pág. 16).

Habría que recordar que Robert Baer, ex-agente de la CIA, en su libro de memorias cuenta que pasó una temporada en Marruecos a principios de los años 90  y que su labor allí fue del todo improductiva porque las decisiones importantes del país se tomaba en un entorno hermético y reducido en torno a la casa real.

El libro de Javier Otazu presenta un país que vive una tremenda paradoja entre la imagen que quiere proyectar al mundo frente a su realidad cotidiana. Estamos por tanto ante un libro que trata menos las relaciones con el exterior para examinar los diferentes aspectos de la vida social marroquí. Aunque las páginas más jugosas las dedica a cómo Marruecos ha establecido buenas relaciones con los líderes del partido socialista español. "El lobby marroquí en España se llama PSOE", sentencia el autor (pág. 197-199).

Por el libro desfilan asuntos como el estigma que sufren las madres solteras, la ley que permitía a un violador escapar de la cárcel casándose con la víctima, la obsesión con la virginidad femenina hasta el matrimonio, las redes de trata que ofrecen niñas a turistas extranjeros, el matrimonio infantil, el trabajo doméstico infantil... Como vemos son todos problemas que afectan a mujeres, adolescentes y niñas. De vez en cuando salta algún caso que pone al país frente al espejo y la sociedad marroquí redescubre la pervivencia de prácticas aberrantes. Las autoridades intervienen entonces para anunciar reformas legales y, más allá de la voz de unos pocos activistas, si acaso se producen leves reformas o simplemente el asunto se diluye.

También descubrimos la doble vida que deben llevar ateos, cristianos y personas de la comunidad LGTB. Y la permanente sensación de ambigüedad en la que se aplican las leyes.  La homosexualidad, las relaciones extramatrimoniales y el adulterio son delito en Marruecos. Son prácticas que existen allí como en cualquier otra lugar del mundo pero no se persiguen sistemáticamente. Además el rigor de los jueces varía en el corazón urbanizado del país y las zonas rurales periféricas. Otazu habla de "Leyes de Geometría Variable" (pág. 24-26).

Podríamos entender que el ultraconservadurismo de la sociedad marroquí es el resultado del inmovilismo, pero lo que encontramos es un país que vivió una reislamización como herramienta de la monarquía para frenar a las fuerzas izquierdistas. La sensación que transmite el libro es que la monarquía marroquí procura mantenerse como árbitro de las fuerzas sociales, habiendo renunciando a la modernización del país.

Autor: Freiheitsjunkie

Al fin y al cabo, la religión es una de sus fuentes de legitimización. El problema para España es que la monarquía marroquí pretende extender su influencia y control en la comunidad inmigrante marroquí en España (el libro habla de un millón, 200.000 de los cuales tienen la nacionalidad española). Ese control no sólo se basa en proyectar la versión marroquí del Islam sino mantener un vínculo de lealtad con el rey como "príncipe de los creyentes" (emir al muminím). La principal amenaza para Marruecos será por tanto un cambio cultural de esa diáspora que adoptará los valores propios de la sociedad española y su influencia se notará de forma inversa.

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