Boris Johnson sobrevive otro día
Boris Johnson está en horas bajas y afronta uno de sus momentos más difíciles desde que ocupó Downing Street. Una parte importante de su propio partido ya no confía en él como líder, hasta el punto de que pidieron una moción de confianza en su contra que, de haber perdido, hubiera supuesto el fin de su mandato.
Sin embargo, los pronósticos se cumplieron y Boris Johnson superó la moción y continua en el cargo, aunque lo ajustado del resultado (211 a favor de Johnson y 148 en contra) provoca que el debate no se haya resuelto y su continuidad esté en entredicho durante los próximos meses.

Como ya pasó con Theresa May, quien se enfrentó a la misma moción y salió victoriosa sólo para dimitir cinco meses después, el resultado muestra la intensa división interna que existe respecto a la figura de Johnson y debilita aún más su liderazgo. ¿Sobrevivirá Johnson? Para responder a esa preguntar debemos conocer los motivos que llevaron a la moción y sus consecuencias.
La Moción
En el Partido Conservador existe el Comité 1922 que está formado por todos los diputados Tories que no forman parte del gobierno, se entiende que de esta manera el comité puede discutir el rumbo general del país de manera más independiente que con la presencia de los miembros del gobierno.
Entre las atribuciones de este órgano interno, está la de plantear una moción de confianza contra el Primer Ministro si se reciben Cartas de un 15% de los diputados conservadores anunciando que ya no confían en él (en este caso eran necesarias 54 cartas). Si se llega a esa cifra se prepara una moción de confianza donde todos los diputados Tories votan y, si la mayoría asegura que no confía en el Primer Ministro, éste debe dimitir. Dicho procedimiento ha sido el seguido contra Boris Johnson.
En cuanto se supo el escándalo de las fiestas navideñas en las que el mismo y otros miembros de su gobierno participaron cuando el país estaba confinado, su popularidad se lastró y los Conservadores comenzaron a bajar en las encuestas al tiempo que los Laboristas lograban capitalizar la crisis.

Johnson dio varias versiones de lo que había ocurrido, en un primer momento que no había ido y no conocía las fiestas, después que si fue pero no se dio cuenta de que era una fiesta y, por último, tras la aparición de fotografías donde se le ve bebiendo en una de esas fiestas, reconoció que estuvo, pero dijo que se fue pronto.
Es en este momento cuando empiezan a llegar las primeras cartas de diputados descontentos con Johnson, se cree (no hay conteo oficial, sólo se hace público cuando han llegado las cartas suficientes para organizar la moción) que, para enero/febrero de este año, ya habían llegado más de 20 cartas contra el Primer Ministro.
En ese momento el debate versaba sobre cuando hacer caer a Johnson, algunos diputados querían hacerlo lo más rápido posible, ya que en mayo se celebraban elecciones y las previsiones hablaban de desastre para los conservadores, otros aseguraban que mostrar al partido dividido antes de una cita electoral no iba a mejorar los resultados y era preferible esperar a los mismos para hacer el movimiento. En medio de este debate estalla la guerra en Ucrania y el consenso cambia a favor de los partidarios de mantener a Johnson unos meses más.
El escándalo se alargó y la prensa fue publicando nuevas informaciones regularmente y, con Johnson tocado y su popularidad en mínimos, se celebraron las elecciones locales de mayo que, como apuntaban las previsiones, fueron un desastre sin paliativos para los conservadores. Estos resultados provocaron un nuevo impulso a las misivas de no confianza y han ido llegando con cuenta gotas hasta esta semana, donde se alcanzó el cupo necesario para plantear la moción.
#LE2022 Results:
— Election Maps UK (@ElectionMapsUK) May 9, 2022
Councils
🌹 LAB: 74 (+5)
🌳 CON: 35 (-11)
🔶 LDM: 16 (+3)
🌼 PLC: 4 (+3)
🎗️ SNP: 1 (+1)
🫂 Others: 4 (-1)
⚫ NOC: 66 (=)
Seats
🌹 LAB: 3,073 (+108)
🌳 CON: 1,400 (-487)
🔶 LDM: 868 (+222)
🎗️ SNP: 453 (+22)
🌼 PLC: 202 (-6)
🌍 GRN: 159 (+87)
🫂 Others: 684 (+52)
Finalmente se produjo la misma y los Tories rebeldes no llegaron a los 180 diputados necesarios para destituir a Johnson, sin embargo, este resultado es peor que el cosechado por Theresa May, que tuvo que dimitir poco después, por lo que no sirve para zanjar el debate.
Para interpretar el resultado final (211 a favor de Johnson, 148 en contra) hay que tener en cuenta que aproximadamente unos 160 diputados tienen algún cargo en el gobierno, es decir, que su puesto depende de Johnson. Esto implica que sólo 51 diputados (asumiendo que todos los miembros del gobierno votaron a su favor) cuyo futuro laboral no depende del Primer Ministro han votado a favor de su continuidad.
Además, en las elecciones de 2019 Johnson consiguió una victoria arrolladora con una mayoría absoluta de más de 80 escaños, por lo que muchos de ellos tienen su puesto gracias a ese buen rendimiento electoral. Por último, aupado precisamente por esa victoria electoral, Johnson se fue deshaciendo de los elementos dentro del partido que le eran contrarios, especialmente muchos Tories veteranos de la vieja escuela que no apoyaban las formas y el comportamiento del Primer Ministro.
Con todo y, a pesar del contexto, el 41% del partido ha votado en su contra.
¿Ahora qué?
Johnson sobrevive un día más para seguir luchando pero la lucha se complica, el descontento en el partido es significativo y los rebeldes no se van a rendir, así pues sus opciones son limitadas. Parece que lo primero que va a intentar es remodelar el gobierno, con la esperanza de asentar su autoridad sobre los nuevos ministros y aumentar la popularidad de su gobierno con este reinicio.
We need to come together as a party and focus on what this government is doing to help people with the cost of living, to clear the COVID backlogs and to make our streets safer.
— Boris Johnson (@BorisJohnson) June 6, 2022
We will continue to unite, level up and strengthen our economy. pic.twitter.com/vIWK81dDJC
También será difícil, pues con su autoridad cuestionada y distintas facciones de los Tories en su contra tendrá que buscar alianzas con los distintos grupos para garantizar su apoyo a los nuevos nombramientos, lo que supondrá una tarea complicada.
Por otro lado, el 23 de junio se celebran dos elecciones importantes en Reino Unido, las de Tiverton and Honiton y Wakefield. Wakefield supone uno de los escaños del norte de Inglaterra que tradicionalmente habían sido bastiones de los Laboristas, pero que Boris Johnson consiguió ganar para los conservadores.
Estas victorias de Johnson en el “Muro Rojo”, como se conoce habitualmente a la zona, fueron la clave de su buen desempeño electoral y son clave para el futuro de los conservadores, si consiguen mantener una porción significativa de victorias en esa zona tendremos gobiernos conservadores durante mucho tiempo, sino se complicará mucho que consigan mayorías. Las encuestas apuntan a que los Laboristas recuperaran la victoria.
Tiverton and Honiton es el caso opuesto, un bastión conservador del sudoeste de Inglaterra que desde su creación como distrito electoral en 1997 siempre ha ido para los Tories. Aquí las elecciones se celebran porque el diputado local en Westminster tuvo que dimitir después de que le pillaran viendo porno en el parlamento. Con los Tories debilitados los Liberales esperan poder mejorar sus resultados y arrebatar ese escaño a los conservadores, de producirse sería un clavo más en el ataúd de Johnson.
🔺 JUST IN: Neil Parish has resigned after being publicly outed as the Tory MP accused of watching pornography in the House of Commons chamber https://t.co/OUC5g26WMy
— The Times (@thetimes) April 30, 2022
Johnson tiene muy difícil su continuidad al frente del gobierno británico, los rebeldes han perdido la primera batalla y no podrán presentar otra nueva moción hasta dentro de un año (aunque las reglas podrían cambiar) pero ya han mostrado su fuerza públicamente y son más fuertes de lo que ellos mismos esperaban.
Johnson gana tiempo, pero en este momento más que una nueva oportunidad de cambiar las cosas retrasa lo inevitable. Su popularidad no ha mejorado, los laboristas lideran las encuestas y más del 40% de su propio partido ha pedido su dimisión, estos elementos unidos a la inflación y los efectos adversos del Brexit en la economía británica hacen que sea muy difícil su continuidad en el cargo.
En cualquier caso en este momento la opción de los rebeldes es obligarle a dimitir, algo que no parece que Johnson esté por la labor de hacer por lo que la batalla seguramente será dura. Hace unos meses escribí aquí que Boris Johnson era un cadáver político, ahora el símil adecuado es el de Zombi, continua caminando a pesar de estar muerto, esperando el momento en que alguien le dé el último golpe.