La aproximación pragmática de China a los talibán
La precipitada caída del gobierno democrático de Afganistán el pasado domingo día 15 de agosto causó sorpresa por el rápido colapso del ejército afgano. Pero es un acontecimiento previsto para muchos como se puede observar si prestamos atención a la agenda internacional de los representantes talibán a lo largo del año 2021. Sus movimientos diplomáticos y sus declaraciones reflejan que los países vecinos contaban con su llegada al poder tarde o temprano y que los talibán estaban abiertos para negocios ante el potencial del país en diversos sectores económicos.
China y los talibán
Tras la caída del gobierno democrático afgano y la llegada al poder de los talibán, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró que su gobierno respetaba la “elección y voluntad del pueblo afgano”. Se trataba por tanto de un reconocimiento explícito del nuevo poder en Kabul, mientras que desde Estados Unidos o Europa se han establecido condiciones para una futura aceptación de la nueva realidad sobre el terreno.
Beijing on #Afghanistan
— Shen Shiwei沈诗伟 (@shen_shiwei) August 16, 2021
"The situation in Afghanistan has changed and China respects the choice and the will of the #Afghan people, Chinese Foreign Ministry spokesperson Hua Chunying @SpokespersonCHN says in response to the situation in Afghanistan." pic.twitter.com/h4YpDCs5FO
El miércoles 7 de julio, Suhail Shahin, portavoz de los talibán, declaró el miércoles 7 de julio que veían a China como un país amigo y esperaban mantener conversaciones sobre inversión y obras de reconstrucción “tan pronto como fuera posible”. Los talibán darían la bienvenida a inversores y trabajadores chinos, a los que garantizaba seguridad. (Chew, 2021).
Fue una señal previa a la reunión bilateral celebrada el miércoles 28 de julio en la ciudad china de Tianjin. Una delegación talibán de nueve miembros liderada por el mulá Abdul Ghani Baradar, jefe del comité político de la organización, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores chino Wang Yi. Estando aún en curso la guerra civil, Wang Yi declaró que esperaba que los talibán tuvieran un papel importante en “el proceso de paz, reconciliación y reconstrucción” de Afganistán.
Aquella reunión no fue la primera, Baradar había viajado a China en 2019 cuando por aquel entonces era responsable de la oficina de los talibán en Qatar. Pero el momento no podía ser más relevante. Según Sun Yun (2021), tres fueron los mensajes relevantes lanzados por el ministro chino.
Primero, la reunión suponía reconocer a los talibán como una fuerza legítima. Segundo, marcar un contraste entre la “fallida política de Estados Unidos en Afganistán” con el papel “benevolente” de China, que practicaría el principio de no injerencia . Y, tercero y último, la petición de que los talibán cortaran relación con organizaciones terroristas incluyendo el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental, grupo insurgente uigur.
How much do the US elites want to see China get mired in Afghanistan? They must be anxious. But China doesn't have a feud with Afghanistan, nor does it have the arrogance to transform it. No matter who is in power, we're ready to be Afghanistan's friend. pic.twitter.com/h14SA9sVEF
— Hu Xijin 胡锡进 (@HuXijin_GT) August 15, 2021
Según Hu Xikin, editor en jefe de Global Times y un activo propagandista chino (GIOR, 2021), “China no tiene una “disputa con Afganistán ni la arrogancia para transformarla”, en clara referencia a Occidente. Por su parte, según las declaraciones de un portavoz talibán de la oficina de Doha recogida por el Wall Street Journal, si bien al grupo le importa la opresión de los musulmanes en Palestina o China “no vamos a interferir en asuntos internos chinos” (Trofimov y Deng, 2021). El acuerdo entre el gobierno de los Estados Unidos y los talibán firmado en 2020 establecía que los talibán no permitirían que Afganistán se use para atacar otros países. Según Suhail Shahin, eso incluía también a China.
La mala experiencia china en Afganistán
Existe una expectativa generalizada de que la aproximación pragmática de China le abrirá las puertas del Afganistán de los talibán. Afganistán podría jugar un papel relevante como corredor logístico y energético entre Asia Central y el Océano Índico, aparte de acumular grandes riquezas mineras por explotar. Pero antes de pensar en la “quimera de las tierras raras” afganas tenemos el precedente de los problemas chinos en Afganistán como lección de las dificultades que entraña el país. Las empresas Metallurgical Group Corporation (MCC) y Jiangxi Copper Ltd (JCL) pagaron 3.000 millones de dólares por una licencia de explotación por 30 años de la mina de cobre de Mes Aynak. Hampstead (2018) definió la experiencia como un “epic fail”.
La explotación comercial de la mina implicaba crear la infraestructura de separación de la mena y la ganga. Ello implicaba contar con una central eléctrica alimentada por carbón y con insumos como sulfatos para el proceso químico de separación. Los inversores chinos se encontraron que tras años y años la mina de Mes Aynak no generó ni un kilo de cobre. El problema con la guerra en curso en Afganistán no fue que la violencia afectara a la mina, que sólo lo hizo puntualmente, sino por la incapacidad de hacer llegar a Mes Aynak el carbón y los sulfatos.
La gran promesa de la minería afgana dependerá por tanto de la pacificación del país. A los talibán se le presenta el mismo desafío que a cualquier otro gobierno en Kabul en los últimos 40 años: ejercer el control del territorio afgano. Ni siquiera en los años 90 los talibán lo lograron. Sin ese requisito es difícil imaginar que grandes empresas acudan al país a invertir en licencias de explotación. Además, haría falta toda una serie de infraestructuras básicas para que al país pudieran llegar los materiales necesarios para poner en marcha los proyectos que quieren convertir a Afganistán en un nodo comercial y energético.
REFERENCIAS
CHEW, Amy: “China a ‘welcome friend’ for reconstruction in Afghanistan: Taliban spokesman”. South China Morning Post. 9 julio 2021.
GLOBAL INFLUENCE OPERATIONS REPORT: “How Chinese Media Wages A War Against The West: The Case Of Hu Xijin”. 12 agosto 2021.
HAMPSTEAD, John Paul: “China’s epic fail in Afghanistan”. Freight Waves. 15 enero 2018.
SUN, Yun: “A Reluctant Embrace: China’s New Relationship With The Taliban”. War On The Rocks. 10 agosto 2021.
TROFIMOV, Yaroslav y DENG, Chao: “Afghanistan’s Taliban, Now on China’s Border, Seek to Reassure Beijing”. The Wall Street Journal. 8 julio 2021.