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Reino Unido ha publicado el informe "Guns for Gold: The Wagner Network Exposed", una investigación exhaustiva que arroja luz sobre las operaciones de la Red Wagner, una célebre empresa militar privada con estrechos vínculos con el gobierno ruso. El Comité Selecto de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes británica llevó a cabo una rigurosa investigación de 16 meses de duración, recabando pruebas de testigos expertos, entre ellos antiguos combatientes de Wagner, y examinando las actividades de la red en diversas regiones.

Yevgeny Prigozhin junto a Vladimir Putin. Créditos: Kommersant

El informe confirma y desmiente antiguas pero controvertidas hipótesis sobre la Red Wagner y confirma el alto nivel de apoyo y cooperación de la red por parte del Ministerio de Defensa ruso ya que, a pesar de su estatus ilegal, la red ha operado con la facilitación directa de Moscú, que la utiliza como un organismo independiente para mantener una negación plausible de sus acciones.

Aunque el informe profundiza en diversos aspectos de la Red Wagner, este artículo ofrecerá un análisis en profundidad de cada sección, explorando los retos que plantea la Red Wagner y proponiendo estrategias globales para combatir eficazmente sus actividades.

¿Es realmente una empresa privada?

La Red Wagner nació en 2014, fundada por personas con estrechos vínculos con el estado militar ruso. Se dice que el exlíder del GRU Dmitry Utkin desempeñó un papel en su creación, pero no fue hasta septiembre de 2022 cuando Yevgeny Prigozhin, una destacada figura rusa, admitió públicamente ser el fundador de Wagner.

Tras su intervención inicial en Ucrania a finales de 2014, la Red Wagner amplió considerablemente sus operaciones, tanto militares como no militares, en numerosos países. Transparencia Internacional expresó su profunda preocupación por esta tendencia, calificándola de "cada vez más alarmante" debido a la naturaleza secreta de la red y a la negación de su presencia por parte de los gobiernos anfitriones.

El informe identifica al menos siete países en los que la Red Wagner llevó a cabo operaciones militares, entre ellos Ucrania, Siria, la República Centroafricana (RCA), Sudán, Libia, Mozambique y Mali. Estas intervenciones a menudo se ocultaron, se negaron y en ellas la red actuó en nombre o en apoyo de regímenes fallidos o frágiles que trataban de conservar el poder.

La red Wagner y la influencia rusa en África. Fuente: Rand Corporation

Más allá de los compromisos militares, la Red Wagner amplió sus servicios para incluir una amplia gama de actividades, como servicios de asesoramiento político, servicios electorales, campañas en los medios de comunicación, extracción de minerales y servicios de vigilancia y seguridad. Su capacidad de adaptación y su voluntad de participar en una gama tan amplia de operaciones demuestran su carácter polifacético y su voluntad de aprovechar las oportunidades para obtener beneficios y ejercer influencia.

Las pruebas del informe proporcionan información convincente sobre la íntima relación de la Red Wagner con el gobierno ruso, en particular con el Ministerio de Defensa ruso. Los combatientes Wagner recibían un amplio apoyo militar directamente del Ministerio, que incluía uniformes, equipamiento, armas y munición. El Estado ruso incluso proporcionó el arma estándar para los combatientes Wagner, la ametralladora de 5,45 mm, junto con la munición necesaria.

Además, el Ministerio de Defensa ruso desempeñó un papel crucial a la hora de facilitar el traslado de los operativos de Wagner a zonas de conflicto en Siria y África. Se utilizaron aviones de transporte militar y buques de guerra para transportar mercenarios y cargamentos, mientras que las bases aéreas de Moscú y Krasnodar facilitaron el desplazamiento del personal y el equipo de la PMC Wagner.

Este alto nivel de apoyo por parte del gobierno ruso plantea dudas sobre la autonomía de la red y su alineación directa con los intereses estatales rusos. A pesar de operar como una empresa militar privada, parece haber servido como apoderado de facto del Kremlin en diversas intervenciones militares.

Uno de los aspectos más interesantes de la Red Wagner es su naturaleza compleja y dinámica. La red parece operar en un espectro que oscila entre ser un representante explícito del Kremlin y una empresa comercial con ánimo de lucro. Esta ambigüedad dificulta la predicción de las motivaciones y acciones de la red en diferentes escenarios, lo que plantea importantes retos para contrarrestar sus actividades con eficacia.

Aunque el informe identifica casos en los que la red actuó siguiendo órdenes directas del Kremlin, como en Ucrania y Libia, también indica que la red suele dar prioridad a sus intereses económicos. Esto sugiere que incluso cuando la red opera en beneficio propio es probable que Rusia se beneficie financiera o geopolíticamente de su presencia.

La compleja naturaleza de la Red Wagner requiere un enfoque matizado y polifacético para abordar sus actividades y frenar su influencia. Los responsables políticos deben tener en cuenta las motivaciones cambiantes y los intereses estratégicos de la red al tiempo que desarrollan estrategias para contrarrestar eficazmente su impacto.

Yevgeny Prigozhin fotografiado con el embajador Freddy Mapouka, asesor presidencial en la República Centroafricana (RCA) en San Petersburgo. Foto publicada por Dmitry Sytyi.

Acciones controvertidas

Las operaciones de la Red Wagner en diversos países se han caracterizado por la brutalidad, las violaciones de los derechos humanos y las atrocidades documentadas contra civiles. Desde Ucrania hasta la República Centroafricana y Mali, los combatientes de la Red Wagner han sido acusados de atacar a civiles en una proporción significativamente mayor que las fuerzas estatales o los principales grupos insurgentes.

A pesar de ofrecer protección y apoyo militar a los gobiernos anfitriones, la Red Wagner fracasó con frecuencia en la consecución de los objetivos contratados.

La presencia de la Red Wagner en zonas de conflicto también ha socavado los esfuerzos internacionales por promover la paz y la seguridad. En países como Libia, la red ha violado los embargos de armas de la ONU, permitiendo el flujo de armas y material militar para perpetuar los conflictos.

En este sentido, el informe destaca la necesidad de respuestas internacionales sólidas y coordinadas para combatir eficazmente las actividades de la Red Wagner. Las sanciones se perfilan como una herramienta crucial para desbaratar las operaciones de la red, dirigidas a personas y entidades vinculadas a ella. Las prohibiciones de viajar, en particular, podrían servir como elemento disuasorio significativo, dado que algunos individuos consideran que su implicación con la red es transaccional.

La recopilación de información de inteligencia desempeña un papel crucial en la comprensión de las actividades de la Red Wagner, especialmente en países fuera de Ucrania. Compartir estratégicamente los datos de inteligencia con los gobiernos anfitriones puede demostrar los efectos desestabilizadores de la red y disuadir de seguir participando en ella.

Además de las sanciones y el intercambio de inteligencia, resulta crucial ofrecer alternativas viables a los países que estén considerando asociarse con la Red Wagner. Unos paquetes personalizados de ayuda militar, económica y comercial podrían disuadir a los países de asociarse con la red y promover la estabilidad en las regiones vulnerables a su influencia.

Recomendaciones de intervención

Basándose en esta información, el informe propone varias recomendaciones sobre el futuro de las Compañías Militares Privadas (PMC):

1/ Reforzar la respuesta del Gobierno: El artículo pide al Gobierno británico que adopte un enfoque más estratégico y coherente para hacer frente a los desafíos planteados por la Red Wagner y otras PMC. Esto incluye asignar una responsabilidad clara a un alto funcionario para garantizar que todos los departamentos del gobierno trabajen juntos para hacer frente a las amenazas planteadas por las PMC alineadas con Rusia.

2/ Establecer un liderazgo intergubernamental: El artículo sugiere que se establezca una dirección intergubernamental sobre las empresas militares privadas dentro de la Oficina de Conflictos, Estabilización y Mediación de la Oficina del Gabinete. Esta dirección se encargaría de analizar las tendencias y cartografiar la actividad de las empresas militares privadas en todo el mundo, reuniendo a diferentes departamentos gubernamentales como el Ministerio de Defensa, el Tesoro, la comunidad de inteligencia y la Oficina de Asuntos Exteriores o el Ministerio de la Commonwealth y de Desarrollo, para evaluar las amenazas a los intereses británicos e identificar las respuestas adecuadas.

3/ Creación de un grupo de trabajo: Para hacer frente con rapidez a los retos que plantean la red Wagner y las empresas militares y de seguridad vinculadas, el artículo propone crear un grupo de trabajo que permita la colaboración intergubernamental.

4/ Mejorar la comprensión de otras empresas militares privadas: El artículo hace hincapié en la necesidad de que el gobierno del Reino Unido mejore su comprensión de otras empresas militares privadas y empresas de seguridad privadas relacionadas con Rusia, China y otros Estados. Con la probabilidad de que más gobiernos traten de crear empresas militares y de seguridad para asegurar sus intereses es crucial una comprensión global del panorama de las empresas militares y de seguridad.

5/ Reforzar el marco jurídico internacional: El artículo pide al gobierno británico que trabaje para reforzar el marco jurídico internacional que rige las actividades de las empresas militares y de seguridad privadas. Esto incluye revisar la posición sobre la Convención de la ONU sobre Mercenarios y, potencialmente, ratificarla o proponer revisiones específicas que harían aceptable la ratificación. Además, el gobierno debería participar activamente en los debates internacionales en curso en torno a un proyecto de convención sobre las PMSC.

6/ Mejorar la rendición de cuentas: El gobierno del Reino Unido debería utilizar su importante apoyo a la Fiscalía General de Ucrania para identificar mecanismos que permitan enjuiciar a la Red Wagner. Este enjuiciamiento podría servir como elemento disuasorio contra la sensación de impunidad que exhiben este tipo de empresas militares y de seguridad privadas en el extranjero.

7/ Enfoque basado en pruebas: El artículo insta al Gobierno a aportar pruebas que respalden la eficacia de su modelo de regulación de las empresas militares privadas, en su mayor parte voluntario.

En general, las medidas propuestas pretenden abordar los riesgos que plantean las actividades de las empresas militares privadas y establecer mecanismos de regulación más eficaces para contrarrestar el uso maligno de este tipo de entidades como representantes de los Estados.

El artículo reconoce que la expansión y el daño causado por entidades como la Red Wagner justifican un enfoque más proactivo y exhaustivo por parte del gobierno del Reino Unido para proteger sus intereses y promover la estabilidad mundial.

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