La UE entregará 1 millón de municiones a Ucrania: todos los detalles del acuerdo
Desde que comenzó la Guerra, el Alto Representante de la Unión -Josep Borrell- lejos de mantener la postura tibia típica de la organización europea ha optado por liderar el bando de los halcones y en particular ha abogado activamente por la entrega de munición al país eslavo.

Pero no cualquier munición es importante: puede que existan carencias en materia de proyectiles para carros de combate o cañones antiaéreos, pero indudablemente la clave de esta guerra pasa por la munición de artillería consistente en cohetes y sobre todo disparos de calibre 105 a 155 mm.
El proyecto "Adquisición Colaborativa de Municiones" articulado por la Agencia Europea de Defensa dependiente de la Unión Europea proporciona un marco de siete años para que los Estados miembros hagan compras conjuntas de múltiples tipos y calibres de municiones, desde cartuchería de fusil hasta munición de 155 mm para reponer las existencias nacionales.
Dicho proyecto -que ya existía- va a ser el esqueleto sobre el que se construirá el acuerdo alcanzado por 18 Estados -entre los que no se encuentra España- para abastecer el arsenal ucraniano, especialmente gracias a un procedimiento de compra urgente que necesita menos burocracia que el cauce convencional.

La artillería es la reina del campo de batalla, es el arma en el que más invierten Rusia y Ucrania e indudablemente es la mayor consumidora de munición diaria con diferencia, alcanzando cifras superiores a los 25.000 proyectiles diarios en algunas fases de la guerra.
Sin embargo, a medida que la guerra se prolonga y las existencias se agotan, la producción de nuevos proyectiles se torna crítica, en particular de estos ítems específicos:
- Disparos en calibre OTAN y soviético de 155 y 152 mm
- Cohetes Grad de 122 mm
- En menor medida, munición de artillería soviética de 122 mm y OTAN de 105 mm

Hasta ahora, la Unión Europea ha tratado de financiar el apoyo militar a Ucrania a través del Fondo de Paz, sin embargo era necesario destinar una partida presupuestaria y un esfuerzo político adicional a la obtención de munición para sostener el increíble ritmo de gasto de un conflicto para el que toda la industria militar de Occidente ha demostrado no estar preparada.
Las claves del acuerdo europeo involucran tres escalones:
- Transferencias a título individual de munición, usualmente enviando la munición almacenada en los polvorines nacionales y dotada con un monto de 1.000 millones de euros.
- Adquisición de nuevos lotes de munición para sostener el esfuerzo de guerra y dotada con otro monto de 1.000 millones de euros.
- El deseo de estudiar la inversión en la ampliación de la capacidad productiva europea, es decir, gastar en ampliar fábricas.
En total se han comprometido 2.000 millones de euros que deben servir para producir 1.000.000 proyectiles en el periodo de un año, esto es 2.000 euros por disparo, una cifra razonable que garantizaría el municionamiento para 200 días de combates a un ritmo de consumo contenido.
Lo más difícil fue ponerse de acuerdo en quien y cómo debe entregar cuánto, si bien sabemos que el domingo 19 de marzo las cancillerías europeas lograron ponerse de acuerdo en este punto. Solo restaban dos incógnitas por despejar.

En primer lugar, ¿quién se encargará de negociar las compras? Hay contratos muy jugosos en juego e indudablemente hay diversos Estados y empresas interesados en esta riada de inversión en Defensa, Rheinmetal en Alemania, Nexter en Francia, Expal en España... Asimismo hay compañías búlgaras, checas, eslovacas o rumanas con capacidad de producir munición de calibre soviético.
Este cometido recaerá en la Agencia Europea de Defensa encargada de organizar a los 18 firmantes del acuerdo para que realicen compras conjuntas que permitan reducir costes.
En segundo lugar está el asunto de si la UE debe centrarse en comprar productos "Made in EU" o si debe permitir la adquisición de proyectiles en Estados terceros. Esta cuestión no es baladí, ya que podría ser que la industria europea sea insuficiente como para satisfacer a tiempo las necesidades de Kiev.
Este último asunto es interesante debido a que da idea de qué intereses priman dentro de la UE y cómo se percibe a Ucrania ¿cuán importante es armar a Ucrania? ¿es tan urgente como para que Berlín y París estén dispuestos a gastar sus euros en munición británica, estadounidense, noruega, china o pakistaní? ¿o es tan poco urgente que la UE está dispuesta a renunciar a la eficacia militar en favor de preservar el interés industrial de sus Estados Miembro?
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