¿Qué sucederá una vez Ali Khamenei muera?
La percepción que se tiene de los regímenes autoritarios es de una estructura vertical y monolítica. En esta visión todo el poder se concentra en las manos de una persona (dictador) que actúa como un director de orquesta, forzando al resto a tocar los instrumentos y la música que él quiere y cuando quiere.
Si bien la rama ejecutiva ostenta mucho poder en las autocracias, lo cierto es que los regímenes autoritarios tienen cierto pluralismo de familias ideológicas dentro del poder y existen pesos y contrapesos que diversifican las bases de apoyo del régimen. Irán no es una excepción y dentro de la República Islámica coexisten varios compartimentos del poder que legitiman la posición del Ayatolá Alí Khamenei.

En la República Islámica de Irán todos los partidos políticos están prohibidos, pero eso no se traduce en una falta de corrientes ideológicas que determinan las dinámicas internas. Existen dos grandes facciones: la islamista de izquierdas y la islamista de derechas. Estas facciones ofrecen puntos de vista distintos sobre el uso del poder y la relación con la comunidad internacional, pero todos ellos están de acuerdo con el principio de velayat-e faqih. Este principio del islamismo chiita se traduce como el Gobierno del Faqih, persona con conocimiento de los textos sagrados y poder político para poder gobernar de forma justa. A través de este fundamento teocrático se vertebra el sistema político iraní.
El pasado 18 de junio se celebraron elecciones presidenciales en Irán donde salió elegido el exmagistrado Ebrahim Raisi, que pertenece al ala derechista. En el caso de Irán (como en España) la nomenclatura puede dar lugar a engaño, ya que el título de presidente no conlleva las funciones de jefe de Estado si no de jefe de gobierno. El sistema político iraní es una compleja red de instituciones que se controlan unas a otras y está diseñado para salvaguardar la revolución islámica y a su líder supremo.
El líder supremo es la máxima autoridad política y religiosa del país y su figura es inviolable. Por sus manos pasa el programa nuclear, el control de los medios estatales, la renovación de las instituciones más importantes como la mitad del Consejo de Guardianes, la cúpula del poder judicial, el Consejo de Discernimiento o los altos mandos del ejército regular y la Guardia Revolucionaria (Pasdaran). Los asuntos que generan más desgaste político, como la economía, están en manos del presidente, garantizando así que el apoyo social al líder sufra lo menos posible.
Una vez visto como el todopoderoso líder supremo cumple un rol fundamental dentro del sistema político iraní, la duda que surge es saber cómo el propio sistema ha diseñado el modo de sucesión. Si bien los poderes del líder se asemejan al de un monarca absoluto (mandato vitalicio de facto), la forma de elección no lo es. La legitimidad de Ruhollah Khomeini se asentaba en la conquista del poder mediante una revolución, la de 1979. Pero para que el sistema continuara tras su muerte era necesario establecer un mecanismo para la sucesión.

La constitución contempla esta posibilidad en el capítulo VIII, la elección del líder es una competencia reservada para la Asamblea de Expertos que está formada por 88 clérigos elegidos por sufragio universal cada 8 años. Según la constitución en su artículo 107:
“Los expertos del liderazgo estudiarán y consultarán sobre todos los alfaquíes (...) y elegirán entre ellos a uno, al que encuentren más sabio y mejor conozca las leyes y los temas de la jurisprudencia islámica o los asuntos de política y sociedad o sea aceptado por el público (...) y, en el caso de que no sea así, presentarán a uno de entre ellos mismos como líder.”1
Al mismo tiempo, para optar a las elecciones es necesario pasar el filtro previo del Consejo de Guardianes, el cual es elegido por el propio líder supremo y la cabeza del poder judicial. Entonces al final nos encontramos con que la decisión de quién será el sucesordel líder supremo depende directa e indirectamente del propio líder supremo. Ali Khameini ya tiene 82 años y lleva los 32 últimos en el poder. Si bien puede tener por delante muchos años de vida, la idea de que pueda haber un nuevo jefe de estado pronto no genera demasiadas sorpresas. Es más, los rumores de que Ebrahim Raisi pueda sucederle han encontrado un mayor respaldo tras su elección como presidente el pasado junio. El mismo Khameini fue presidente durante el período 1981 - 1989 antes de ascender a líder supremo.

Bibliografía:
-Sadjadpour, K. (2010). The supreme leader.The Iran Primer,United States Instituteof Peace. link
-Constitución de Irán (República Islámica del), 1979, con enmiendas hasta 1989. (1989). Capítulo VIII: El Líder o el Consejo del Liderazgo. (p. 29). link
-Nader, A., & Bohandy,S. R. (2011). The next supreme leader:succession in the Islamic Republic of Iran. Rand Corporation. link
1Constitución de Irán (República Islámica del), 1979,con enmiendas hasta 1989. (1989).Capítulo VIII: El Líder o el Consejodel Liderazgo. En la Constitución de Irán (p. 29). link