Medio de comunicación independiente

Por Jesús M. Pérez Triana.

Dos conflictos armados de los años 90 y su impacto mediático llevaron a dos autores muy diferentes a plantear la naturaleza de la guerra como un fenómeno virtual que para el ciudadano común sólo existe dentro de una pantalla de televisión. Sus reflexiones siguen siendo hoy relevantes con la avalancha de contenido multimedia sobre los conflictos armados en curso que aparecen en las redes sociales.

Jean Baudrillard y la hiperrealidad

El 4 de enero de 1991 el filósofo francés Jean Baudrillard (1929 - 2007) publicó en el diario parisino Libération el artículo “La guerra del Golfo no tendrá lugar”. El mundo estaba pendiente en aquel momento de la crisis del Golfo Pérsico, tras la invasión iraquí de Kuwait el 2 de agosto de 1990. Fuerzas mecanizadas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Egipto y Siria se preparaban en Arabia Saudita para liberar el pequeño emirato mientras se sucedían las negociaciones de última hora para parar una guerra que parecía inminente.

El personal militar examina un misil Scud derribado en el desierto por un misil táctico de defensa aérea MIM-104 Patriot durante la Operación Tormenta del Desierto, 26 de mayo de 1992.

El artículo de Baudrillard no pretendía ser un vaticinio sobre el conflicto, sino que parafraseaba el título de la obra de teatro La guerra de Troya no tendrá lugar, escrita por el dramaturgo francés Jean Giradoux y estrenada en 1935. Cuando finalmente estalló el conflicto, Baudrillard escribió un nuevo artículo “La guerra del Golfo no está teniendo” y un tercero al término de la guerra, “La guerra del Golfo no ha tenido lugar”. Este último, en una versión ampliada, daría título al libro que recogería los tres artículos (Baudrillard, 1991).

La obra filosófica de Baudrillad gira en torno a la representación de la realidad que en la sociedad de consumo hacen los medios de comunicación, las agencias de publicidad, la ficción del cine y televisión, etc. Para Baudrillard, la representación termina sustituyendo a lo representado para transformarse en hiperrealidad. Vemos el fenómeno en acción cuando las series de ficción y no los libros de historia se convierten en la principal referencia sobre ciertos acontecimientos históricos para el gran público.

Para Baudrillard la crisis del Golfo se convirtió en un gran espectáculo televisivo en el que la realidad material y objetiva de lo que estaba sucediendo en aquella región había dejado de ser relevante frente al relato construido por periodistas y expertos que ocupaban horas y horas de programación. La Guerra del Golfo consagró al canal de noticias estadounidense CNN, fundado seis años antes.

Las conexiones en directo con el lugar de la noticia vía satélite supusieron en aquel entonces una gran novedad frente a las emisiones puntuales de noticiarios de las cadenas convencionales. Sin embargo, la campaña para liberar Kuwait de la ocupación iraquí arrancó con una prolongada campaña aérea de bombarderos que supuso un anticlímax informativo. No hubo más imágenes que las pocas ofrecidas por el Pentágono de las bombas guiadas alcanzando sus objetivos. Así que los especiales informativos se llenaron de expertos analizando una guerra de la que apenas había información (op.cit.:37).

Según Baudrillard, “[e]n el lugar deseado (la tele, la información), no ha habido nada de imágenes, sólo relleno" (op. cit.: 96). Asimismo, destacó que en los medios de comunicación "no se ve el acontecimiento real” (op. cit.:19) porque no hay “ninguna imagen del campo de batalla" (op.cit.:35) y "no hay nada que ver" (op.cit.:46). Así llegamos a una “guerra virtual” (op. cit.:21) “decepcionante” (op.cit.: 75) e “irreal” (op.cit.: 93).

La falta de imágenes sobre los acontecimientos reales llevó a que Baudrillard titulara su tercer artículo “La guerra del Golfo no ha tenido lugar”, pero también para hacer referencia a la profunda asimetría de medios y capacidades desplegadas por ambos bandos. Estados Unidos llevó a medio millón de militares al Golfo Pérsico y descargó sobre las fuerzas iraquíes todo el potencial de los más avanzados sistemas diseñados para enfrentarse a los soviéticos en Europa Central: aviones invisibles al radar F-117 Nightawk, misiles de crucero Tomahawk y helicópteros cazacarros AH-64 Apache, así como los bombarderos pesados B-52 para realizar bombardeos de alfombra con decenas de bombas tontas sobre cuadrículas del desierto. Por tanto, para Baudrillard lo sucedido en el Golfo Pérsico fue un enfrentamiento que estaba ganado de antemano y, en conclusión, "no fue una guerra" (op. cit.: 65)

Michael Ignatieff y la guerra virtual

Ocho años después de la Guerra del Golfo, el académico canadiense Michael Ignatieff abordó la experiencia de la Guerra de Kosovo en su obra Guerra Virtual. Una coalición multinacional formada por países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte bombardeó durante 78 días los restos de Yugoslavia, formada ya únicamente por las repúblicas de Serbia y Montenegro. En aquel conflicto, Canadá apartó más de una veintena de aviones de combate F-18, lo que supuso una alta implicación del país si consideramos que España sólo aportó seis. Sin embargo, Ignatieff se encontró con una elevada indiferencia de sus conciudadanos hacia la guerra.

Mientras las guerras convencionales del pasado supusieron un elevado costo en bajas y afectó la vida diaria de los civiles en la retaguardia, la Guerra de Kosovo transcurrió sin alterar la vida diaria lo más mínimo. Según Ignatieff, “[l]a guerra ya no pide la implicación física ni la atención moral que ha demandado en los dos últimos siglos" (2000: 151) y que "[d]ado que la guerra ya no afecta a la economía civil y moviliza todo lo que encuentra a su paso, en el futuro podría suceder que surgieran conflictos sin que nadie se diera cuenta de ello" (op. cit.:158).

Dos F-15E Strike Eagles de la Fuerza Aérea de EE. UU. aterrizan en la Base Aérea de Aviano, Italia, después de completar una misión en apoyo de la Operación Fuerza Aliada de la OTAN el 28 de marzo de 1999.

Al igual que en la Guerra del Golfo de 1991, la coalición multinacional llevó a cabo una larga campaña de bombardeo aéreo con la diferencia de que esta vez no supuso los prolegómenos de una gran ofensiva terrestre. Al igual que en aquella otra guerra hubo una enorme asimetría de los medios y recursos empleados por cada bando. La coalición de países de la OTAN no sufrió ninguna baja mortal en combate, con la excepción de los dos tripulantes de un helicóptero de ataque AH-64 Apache estadounidense que murieron en un accidente en Albania. Para Ignatieff, esta enorme asimetría genera un riesgo político: “Si las acciones militares carecen de costes, ¿qué restricción democrática se ejercerá sobre el recurso a la fuerza?” (op.cit. 148).

Aunque ambos autores hablan de guerras de alta intensidad y hablan de su representación en los medios de comunicación como “guerra virtual”, existen diferencias entre los dos acontecimientos que tratan. Mientras Jean Baudrillard describe un acontecimiento que captó la atención de la opinión pública mundial convertido en un espectáculo mediático total, Michael Ignatieff describe una guerra lejana que resulta irreal por remota y ajena.

Esto le lleva a preguntarse, “¿[s]i la guerra se convierte en algo tan irreal para los ciudadanos de las democracias contemporáneas, lograrán estos preocuparse lo suficiente como para restringir y controlar la violencia ejercida en su nombre?” (op. cit.:11). Sus dudas cobran especial relevancia ante la perspectiva que se abre con el aumento de sistemas autónomos en el campo de batalla y la proliferación de fuerzas subrogadas en "guerras proxy".

Referencias.

BAUDRILLAD, Jean: La Guerra del Golfo no ha tenido lugar. Anagrama, Editorial Barcelona, 1991.

IGNATIEFF, Michael: Guerra Virtual. Más allá de Kosovo. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2003.

Te has suscrito correctamente a The Political Room
¡Bienvenido! Has iniciado sesión correctamente.
¡Excelente! Te has registrado correctamente.
¡Éxito! Su cuenta está completamente activada, ahora tiene acceso a todo el contenido.